La falta de consenso de los países de la UE no puede servir de pretexto para rebajar las leyes ambientales y climáticas europeas
España debe aprobar cuanto antes su reglamento nacional para restaurar espacios naturales emblemáticos como Doñana o Tablas de Daimiel, entre otros
Madrid, 17 de junio de 2024-. La Fundación Renovables celebra la aprobación definitiva este lunes de la Ley de Restauración de la Naturaleza por parte del Consejo de Europa. Con esta ley se busca restaurar, para 2030, el 20% de las zonas terrestres y marinas de la UE, continente que dispone del 81% de sus hábitats terrestres y acuíferos en mal estado.
El bloqueo por parte de los conservadores, en mitad de un año marcado por las protestas agrarias europeas que pedían rebajar las leyes que protegen el medio ambiente, ha alargado las negociaciones y ha supuesto una pérdida de ambición de la ley respecto a los objetivos del primer borrador.
Aunque los países han salvado una ley que parecía abocada a caer, la Fundación Renovables considera inaceptable que la falta de consenso de los países sirva para rebajar la ambición de las leyes europeas. Más, si cabe, en un momento en el que Europa se está reconfigurando tras el ascenso de los partidos negacionistas de la crisis climática en las pasadas elecciones europeas del 9 de junio.
«La aprobación ha sido un gran paso que se ha dado, a pesar de la pérdida de ambición por las exigencias de cara a conseguir un consenso. No obstante, Europa no puede levantar el pie en la política climática trazada. Esta ley deba ser una base para aumentar la ambición de cara a las trasposiciones y aplicaciones a escala nacional”, ha valorado Fernando Ferrando, presidente de la Fundación Renovables.
La aprobación, pese al intento del negacionismo de descafeinar la ley, es un hito importante para la Unión Europea, pues por primera vez se establece por reglamento que los países no sólo tienen la obligación de conservar sus entornos naturales, sino que deben restaurar aquellos espacios que se encuentren degradados.
Los países tendrán que implementar medidas de aquí a 2030 para restaurar turberas y plantar, al menos, 3.000 millones de árboles. Además, los estados deberán desarrollar medidas para mejorar el estado de sus ríos, de tal forma que se consiga a finales de década que haya en Europa 25.000 kilómetros de cauces fluviales de flujo libre y sin barreras artificiales. Se protegen también los espacios verdes urbanos, de modo que las ciudades no podrán presentar una pérdida neta de cobertura de copas de árboles de aquí a 2030. Asimismo, se establecen medidas específicas para recuperar las poblaciones de mariposas de los pastizales, así como las de los polinizadores.
Tras la votación favorable, los países deberán aplicar el reglamento y preparar un plan nacional de restauración que deberá dar prioridad a la actuación en las zonas incluidas dentro de la Red Natura 2000. La Fundación Renovables urge al Gobierno a diseñar dicha estrategia nacional cuánto antes y a iniciar los procesos de participación pública para que todos los sectores puedan plantear sus medidas.
España es el país líder de Europa en cuanto a protección de la naturaleza, siendo el territorio con más reservas naturales de toda la UE. Sin embargo, también es uno de los países con más infracciones ambientales, además de tener algunos entornos naturales emblemáticos en declive ecológico, como Doñana, Tablas de Daimiel o L’Albufera, entre otros. Esta normativa debe servir para acelerar la recuperación de todos los espacios nacionales que han sido degradados por la presión del ser humano; el desarrollo turístico descontrolado; o el robo masivo de agua para regadíos ilegales.
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