Los países han acordado triplicar la financiación en materia de adaptación al cambio climático dejando al margen los esfuerzos de mitigación
Los compromisos de reducción de emisiones presentados por los gobiernos asistentes son insuficientes para cumplir con el Acuerdo de París
Madrid, 24 de noviembre de 2025.- La Fundación Renovables lamenta que el resultado de la Cumbre del Clima (COP 30) en Brasil no haya conseguido avanzar hacia el fin de los combustibles fósiles. Tras dos semanas de negociaciones, los países han cerrado un acuerdo que no cumple con las promesas iniciales ni con la hoja de ruta marcada en la cumbre de Paris de 2015 y que, una vez más, evita mencionar directamente a los combustibles fósiles –petróleo, gas y carbón– y la necesidad de abandonar su uso cuanto antes.
La presidencia de la COP 30 había puesto sobre la mesa, al inicio de las negociaciones, la creación de una hoja de ruta para el abandono de la quema fósil para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. Sin embargo, el permanente bloqueo de países productores de petróleo y gas ha impedido cualquier consenso en esa dirección.
Este bloqueo, además, supone un retroceso respecto a cumbres anteriores. Tanto es así que, en 2023, en la cumbre de Dubái, los países sí lograron incluir en el texto final una mención explícita al necesario tránsito hacia la reducción de los combustibles fósiles. Entonces las posiciones de la Unión Europea y de EE. UU. consiguieron movilizar a los países más reacios hacia el acuerdo, lo que evidencia como el auge del negacionismo de la ultraderecha en ambas regiones supone un lastre para la diplomacia climática.
Otro de los grandes fracasos es la falta de ambición de los países y la dejadez a la hora de cumplir con la agenda climática internacional. En este encuentro los 200 países asistentes deberían haber presentado la actualización de sus planes de reducción de emisiones (conocidos como NCD, por sus siglas en inglés). Sin embargo, solo 122 enviaron sus documentos renovados. Según la propia ONU, con estos compromisos no bastaría para mitigar el cambio climático ya que la subida del termómetro global alcanzaría los 2,5ºC respecto a los niveles preindustriales a finales de siglo.
Las negociaciones, sin embargo, si han sido positivas en materia de adaptación al cambio climático. Los países han acordado triplicar los fondos dirigidos a esta materia de aquí a 2035. En paralelo se ha conseguido crear un sistema de indicadores que permitirá medir las políticas de adaptación climática de los países. La ampliación de los fondos para la adaptación sin reforzar las políticas de mitigación redunda en el contrasentido de prepararnos para lo que viene sin hacer nada para que no suceda.
En materia de financiación, por otro lado, se ha conseguido un acuerdo importante para movilizar 1,3 billones de dólares al año desde 2025 a 2035, dirigidos a cubrir las políticas de mitigación y descarbonización, pero también las de adaptación y reparación de daños.
Por primera vez en la historia, el acuerdo incluye un llamamiento a luchar contra la desinformación climática, abriendo la puerta a la creación de una política internacional enfocada en combatir el negacionismo. Una decisión que, sin embargo, entra en contradicción con la decisión final de obviar cualquier mención a los combustibles fósiles.
El hecho de no avanzar hacia el fin de los combustibles fósiles supone un paso atrás en un momento de urgencia. El compromiso de la Fundación Renovables pasa por acelerar nuestra transición energética y hacerlo de una manera justa y democrática. Sólo las renovables nos permitirán reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y cumplir con los compromisos adquiridos en el Acuerdo de París.