El año 2013 ha comenzado, entre otras cosas, con un nuevo borrador de orden de peajes que da a las energías convencionales lo que el anterior les quitó y lo hace a costa de arruinar definitivamente a las renovables y derivar a los Presupuestos Generales del Estado una buena parte del déficit. No sería de extrañar que se modifique en su tramitación legislativa en cuanto se conozcan los datos del déficit público de 2012. Y si no, hablará Bruselas. Cuatro resoluciones del Ministerio de Industria de 31 de enero han acabado con todas las líneas de apoyo a la eficiencia energética y a las empresas de servicios energéticos. El nuevo Secretario de Estado se afana en prorrogar la central nuclear de Garoña y todas las demás. Mientras tanto nadie se ocupa de las verdaderas causas de la crisis energética: la demanda eléctrica sigue bajando, en 2012 un 1,9% y en enero un 4,3%, y las importaciones energéticas en 2012 han representado el 86% del déficit comercial. Las medidas adoptadas van a agravar esta situación porque no representan ninguna alternativa sino todo lo contrario, la crisis es de modelo energético.
Frente a otras respuestas, preocupadas exclusivamente por la rentabilidad de las inversiones, la Fundación Renovables ha elaborado y difundido un discurso con propuestas concretas que entiende las renovables y el ahorro de energía como parte fundamental del modelo energético y de su sostenibilidad. Las propuestas de la Fundación se basan en un análisis del conjunto del sistema energético como problema y del conjunto de las renovables como parte de la solución en un horizonte estratégico que no ha interesado a las empresas del sector. En el trayecto recorrido hasta ahora, la Fundación Renovables ha conseguido buena parte de lo que se propuso en su origen pese a la escasez de sus recursos. En estos momentos es preciso afrontar y suplir esta debilidad con un paso al frente de los ciudadanos que quieran acompañarnos como socios protectores para participar más activamente en esta tarea. La Fundación no es de nadie en particular sino de todos sus socios y de lo que cada uno pueda aportar. Ese es el reto al que nos enfrentamos.