Y del caos al esperpento. Cuando en el comentario del pasado mes lamentábamos que el caos reinase en nuestro sistema eléctrico no podíamos imaginar que todavía quedaba la traca final. Asistimos primero a una ofensiva de las eléctricas como respuesta a la postura del Gobierno que no avalaba los 3.600 M€ de déficit que –como había anticipado la Fundación Renovables en julio– Hacienda se negó a aportar al sistema. Las empresas de UNESA inflaron el precio del mercado durante dos semanas para calentar la subasta de la CESUR, subasta que dio como resultado un incremento del 30% del precio de la energía que obligaba al Gobierno a subir el recibo de la luz en un 11%. El ejecutivo responde al pulso dando “instrucciones políticas” a la Comisión Nacional de Mercados y de la Competencia (CNMC) para anular dicha subasta, organismo que quince días más tarde llega a la conclusión de que no había razones jurídicas para hacerlo.
Mientras se improvisa un sistema para fijar el precio del primer trimestre de 2014 aparece en el BOE una Ley del Sector Eléctrico que nace muerta, como señalábamos en nuestra nota del 20 de diciembre, y se aprueba una orden de peajes con un recorte de 1.700 M€ paras las renovables mientras se incrementa la retribución del transporte y apenas se tocan otros costes del sistema. En definitiva, un esperpento absoluto.
Pero como recrearse en la denuncia de esta situación no conduce a nada, desde la Fundación Renovables queremos, para arrancar 2014, invitar a otras organizaciones, asociaciones, entidades del sector y a las fuerzas políticas a trabajar a partir de ya en la elaboración del marco que nos devuelva a la senda de un modelo energético sostenible. Hay que construir la vía de salida de este pantano regulatorio en el que la incompetencia de los rectores de la energía nos está hundiendo.