En un mes está previsto que el Congreso de los Diputados apruebe el Proyecto de Ley Proyecto de Ley de medidas urgentes para la transición energética y la protección de los consumidores procedente del Real Decreto-ley 15/2018, de 5 de octubre que, entre otros, en su Título II elimina los cargos introducidos por el RD 900/2015 a la hora de producir y consumir nuestra propia energía o que reconoce derechos tan importantes como el del autoconsumo compartido, además de simplificar la tramitación administrativa y técnica de este tipo de instalaciones, sobre todo en el caso de las de pequeña potencia.
Acaba así con más de mil días de vigencia del conocido como “impuesto al sol”. Además, contempla que varios consumidores compartan la energía que producen y que el punto donde la generan no coincida con el punto de consumo, es decir, no tiene por qué realizarse la instalación en el mismo edificio si no que puede localizarse en un lugar próximo. Y otra cuestión muy importante, recoge la posibilidad de que la energía excedentaria inyectada pueda restarse directamente en la factura de la luz.
Estas y otras de las medidas importantes que recoge el citado Título II son vitales para dar un gran paso adelante en la Transición Energética y avanzar hacia un nuevo modelo en el que, como defendemos desde la Fundación Renovables, se vea a la energía como un servicio público, como un bien básico que todos tenemos derecho a producir y consumir.
Para lograrlo, es imprescindible que durante la tramitación del Proyecto de Ley no se aprueben enmiendas que varíen el Título II del RDL 15/2018. En este sentido, a lo largo de los últimos días, y como parte de la Alianza por el Autoconsumo, hemos participado en varias campañas con partidos políticos y en redes sociales para evitar, primero que se presenten enmiendas en contra del sentido del texto citado -el plazo para su presentación ha expirado el pasado martes, 6 de noviembre- y, en segundo lugar, que en el caso de que se presenten no salgan adelante.
Nos enfrentamos, por tanto, a un mes decisivo para cambiar nuestro modelo energético hacia un modelo que sea más democrático, más justo y más sostenible, y la Fundación Renovables se ha erigido una vez más en un reconocido interlocutor del sector, en el que nos distinguimos por nuestra vocación de diálogo, tan necesario hoy, y por ser un vehículo que traslada a la sociedad española esa nueva visión de la energía.