La alianza de SACYR y PEMEX para hacerse con el control de REPSOL y GAS NATURAL no debería de sorprender a nadie a estas alturas. Desde el pasado mes de julio ha entrado en vigor la llamada enmienda Florentino que elimina las limitaciones de los accionistas minoritarios en sociedades cotizadas. Norma aprobada por el Congreso de los Diputados el año pasado con todos los parabienes de las principales fuerzas políticas y del Gobierno. El asalto a REPSOL y a IBERDROLA ha comenzado y acabará, si nada lo remedia, de la misma manera que acabó la OPA hostil de Gas Natural contra ENDESA en agosto de 2005, con el apoyo también del Gobierno.
Pero la historia empieza mucho antes con las privatizaciones de las principales empresas energéticas con participación pública que movió cerca de 15.000 millones de euros hasta el año 1.999. A partir de la OPA hostil de Gas Natural contra Endesa se abre otro periodo de operaciones corporativas y compra venta de activos entre las grandes energéticas españolas que ha movido otros 22.000 millones de euros. El resultado está a la vista, las grandes constructoras, los bancos y las eléctricas han estado generando enormes beneficios atípicos durante todos estos años y la mayor parte de nuestro sistema energético tiene dueños extranjeros, o lo que es lo mismo,
la política energética y la política económica han bendecido el incremento de nuestra dependencia energética hasta niveles que ningún país serio ha admitido en ninguna otra parte del mundo.
Ahora, con la entrada en vigor de la enmienda Florentino se abre un nuevo período en el que nuestras empresas energéticas se sumirán en una tercera oleada de operaciones corporativas y de compra venta de activos con el único objetivo de ganar cuanto más dinero mejor y vender nuestra soberanía energética al que mejor la pague. Esto no es política energética sino especulación pura y dura.
En el mes de agosto se ha materializado la adquisición del 100% de CEPSA por el fondo soberano de Abu Dhabi y a través de su estrecha relación con Sonatrach va a elevar nuestra dependencia del gas argelino hasta el 50% por su control mayoritario del nuevo gasoducto de MEDGAZ. El abordaje que acaba de comenzar sobre REPSOL va a hacer que un nuevo socio extranjero y estatal, como es PEMEX, decida el futuro energético español y deja a Gas Natural como siguiente objetivo. Mientras tanto, ACS sigue aumentando su participación en Iberdrola para venderla en cuanto le dejen.
Que no hay política energética lo sabíamos, pero lo que no se ha publicitado ha sido las consecuencias de esta falta de rumbo y de estrategia. Y aquí las tenemos y muchos de los que ahora se rasgan las vestiduras o se dan por enterados lo han estado apoyando desde las instituciones, los medios o las propias empresas. El Ministro lo bendice y el regulador no tiene nada que decir. Todo un síntoma de incompetencia y quién sabe si de algo peor.
Eso sí, mientras toda esta estrategia especulativa ha estado en marcha desde hace casi veinte años, al calor del boom inmobiliario, el tema clave de nuestros problemas para gobernantes y reguladores han sido las renovables y las falsedades sobre el cambio climático. Hay demasiados silencios en esta hora que delatan negligencia e incompetencia. Pero nadie va a responder por este gran engaño.
Por eso, todos los que estamos por el cambio de modelo energético debemos de comprometernos a que en los próximos meses se hable de este tema, a que hablemos de este tema, a que denunciemos que el viejo modelo energético no solo es insostenible sino que es amoral en todos los sentidos.