Diferentes actores industriales y sociales coinciden en reclamar un mecanismo calendarizado, transparente, sencillo y competitivo que responda a la planificación del mix energético futuro
El papel clave de una subasta de energías renovables adecuada para cumplir con los objetivos a 2020 fue ratificado por las principales asociaciones empresariales del sector, organizaciones sociales, medioambientales y entidades de la sociedad civil en un “consenso sin precedentes” durante la Jornada “Subastas de Energías Renovables en España” organizada ayer por Fundación Renovables junto a otras 13 organizaciones. Los participantes propusieron alternativas a la propuesta normativa remitida por el gobierno en diciembre del pasado año.
En el fructífero encuentro, en el que han participado más de un centenar de personas, se ha presentado el documento “Alcance básico de las subastas para adquisición de energía eléctrica producida con fuentes de energía renovable” elaborado por La Amigos de la Tierra, ANPIER, APERCA, Aremur, Protermosolar, AVAESEN, CLANER, Clúster de la Energía de Extremadura, Fundación Renovables, Greenpeace, Plataforma por un Nuevo Modelo Energético, UNEF y WWF.
Tras la inauguración, Pablo del Río, científico titular y director del Grupo de Economía Ambiental del CSIC, hizo una propuesta de diseño adecuado de las subastas para renovables basado en la experiencia internacional y en las conclusiones del Proyecto Aures. Como criterios para garantizar el éxito de la subasta destacó “la eficacia, la eficiencia estática, la eficiencia dinámica, los costes de apoyo, los impactos locales, la viabilidad sociopolítica y la viabilidad legal”
La presentación del documento sobre subastas, firmado por un total de 13 organizaciones del sector, corrió a cargo de Fernando Ferrando. Para el Vicepresidente de la Fundación Renovables “el modelo energético debe estar basado en energías renovables y las subastas son un buen procedimiento para su incorporación y para fijar el precio de forma eficiente y competitiva”. Además, destacó la importancia de contemplar otros elementos además del precio ofertado, como favorecer el cumplimiento de la planificación, su papel en la gestión del sistema, la diversificación de agentes, la cercanía al consumidor y aprovechar y apoyar el cierre de instalaciones no sostenibles.
En una primera mesa de debate, en la que se expuso la visión de las asociaciones empresariales, José María González Moya, director general de APPA, señaló la importancia de “establecer un calendario de subastas con proyectos reales, evitando los errores de la última convocatoria y un sistema no marginalista en el que estén todas las tecnologías y no enfrentarlas entre sí”. Desde UNEF, José Donoso, ahondó en este aspecto y defendió la necesidad de una senda de transición energética hasta 2050 con integración de renovables, “para las subastas recuperar la seguridad jurídica es fundamental” y “debemos aprovechar la experiencia internacional para hacer las cosas bien”, añadió.
Para, Juan Virgilio Márquez, Director General de la AEE, la subasta no es un fin sino una herramienta que puede y debe servir como primer paso para la transición energética” además de “fomentar la inversión, el desarrollo industrial y potenciar los recursos renovables”. En esta misma línea, Luis Crespo, Secretario General de Protermosolar, afirmó que “el Gobierno quiere ahora salvar el parche de los objetivos 2020 pero no plantea un modelo de transición energética” por lo que, asegura “la subasta actual es totalmente irresponsable”.
Ya en la segunda mesa de debate, Sara Pizzinato, Responsable de la Campaña de Renovables de Greenpeace España, Nuria Palmada, Responsable de Proyectos de Som Energia y Ana Isabel Ceballo, Presidenta de ASGECO coincidieron en considerar la energía como un servicio básico y no como un producto financiero”. Ceballo reclamó un “sistema leal y transparente en el que quepamos todos” y una subasta que implique a nuevos actores, donde tengan cabida los agentes pequeños, que dé salida al oligopolio energético y empodere a los ciudadanos. Sara Pizzinato afirmó que el objetivo de renovables 2020 no debe distraernos del verdadero objetivo, alcanzar un 100% de renovables en 2050. Además señaló que “la transición no puede diseñarse con el mismo modelo que ha venido construyendo el sector energético si estamos convencidos de no superar el 1,5º de temperatura, de bajar el uso de combustibles fósiles e impulsar el aumento de las renovables”.
Nuria Palmada, desgranó la propuesta “bike line” de Som Energia en la que reclaman que se incluyan reglas especiales para proyectos comunitarios, una subasta especial para ese tipo de proyectos y eximirlos de tener que participar en subastas.
Por último, Tomás Martín – Peñato, Director de Financiación estructurada de Renovalia Energy, afirmó que actualmente el parque renovable está destinado a pertenecer “a grandes plantas y eficientes” y destacó como factores clave de las subastas “la capacidad del activo y del promotor”.
Jorge Morales, representante de la Plataforma por un Nuevo Modelo Energético, presentó las conclusiones de la jornada resaltando el “consenso sin precedentes” entre organizaciones empresariales del sector y actores sociales respecto al modelo de subastas. Para Morales la propuesta del Gobierno tiene que ser modificada y hay que articular una mayoría parlamentaria que pueda impulsar ese cambio. Por ello, animó a todos los actores implicados a unirse para trabajar por una transición energética basada, entre otras muchas cosas, en un sistema de subastas adecuado de especial importancia después de cinco años de parón renovable”.