España debe empezar a desarrollar un Plan Nacional de Reducción de Fugas de Metano para reducir sus emisiones en un 30% para 2030.
El metano es un gas con un potencial de calentamiento hasta 80 veces superior al del CO2. Sin embargo, en España apenas existen políticas destinadas a atajar las emisiones.
La mayor parte de las fugas de metano del sector energético español se dan en la cadena de valor de los países de los que se importa petróleo, gas o carbón.
Madrid, 14 de noviembre de 2024.-En el marco de las negociaciones internacionales de la Cumbre del Clima (COP29), la Fundación Renovables reclama al Gobierno de España que aproveche la cita para actuar decididamente en la lucha contra las emisiones y fugas de metano. España debería tomar medidas contundentes y reducir drásticamente la importación de combustibles fósiles extraídos a través de fracking –una práctica que acarrea numerosas fugas descontroladas de metano–, así como la compra de combustible de yacimientos en los que se hayan detectado grandes fugas superiores a las 10 tn/h, como destapó nuestra investigación.
El metano es un gas con un potencial de calentamiento hasta 80 veces superior al del CO2 y es responsable del 30% del incremento de la temperatura media global. Su permanencia en la atmósfera es inferior a la del dióxido de carbono, por lo que una reducción de este tipo de emisiones tiene un impacto mayor a corto plazo en la lucha contra la crisis climática.
Es por ello por lo que desde Fundación Renovables consideramos que España debe dar un paso al frente y avanzar un Plan Nacional que permitan limpiar el metano de toda la cadena de valor en los sectores energéticos, gestión de residuos y en el agroganadero. Para ello, es crucial que se apruebe un Plan Nacional que permita mejorar la transparencia, metodología y propuestas que sirva para aplicar el Reglamento del Metano y acelerar la lucha climática.
En ese sentido, desde Fundación Renovables proponemos crear una tasa nacional sobre metano para el sector energético y el de los residuos, donde se concentran la mayor parte de las fugas y emisiones. Esta idea, que ya existe en Noruega o EEUU, obligando a los emisores o importadores a para un impuesto por tonelada emitida. Junto a esta iniciativa, que penalice las importaciones de gas con fugas en el origen, se debe poner sobre la mesa una metodología de intensidad de metano que refleje unos niveles máximos de metano emitido, los cuales deberán ser cumplidos en los nuevos contratos de importación de gas, petróleo y carbón.
Además, es preciso que España cree una base de datos accesible y transparente sobre las emisiones de metano que han sido notificadas por los países de los que se importan combustibles fósiles, por los operadores de la UE y por las propias empresas (energéticas o gestoras de residuos) del país.
Por lo que se refiere al sector residuos, Fundación Renovables pide mejorar la digestión anaerobia de los residuos sólidos y líquidos de la industria alimentaria; mejorar el tratamiento primario de aguas residuales; captar y usar el has de vertedero para la autosuficiencia energética de las instalaciones; y la prohibición de la quema al aire libre de residuos municipales.
Entre enero de 2022 y marzo de 2024, la Fundación Renovables monitorizó las fugas no notificadas de los países de los que se importa gas y petróleo y detectó vía satélite 1.194 fugas de metano. En el sector residuos, monitorizamos fugas en territorio nacional y detectó, al menos, 29 puntos negros en vertederos del país Esta es solo una pequeña muestra de un problema global. España debe aprovechar su presencia en la COP29 para mostrar liderazgo internacional y anunciar medidas de calado que sirvan de ejemplo a la comunidad internacional.
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Alejandro Tena
Responsable de Comunicación
alejandro.tena@fundacionrenovables.org