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Fundación Renovables lamenta la falta de ambición en la reducción de emisiones del Anteproyecto de Ley de Cambio Climático y Transición Energética

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Considera que un objetivo de reducción de emisiones del 20% y una aportación renovable del 35% para 2030 es insuficiente y critica que no se fije como objetivo la electrificación de la demanda

Madrid, 15 de noviembre de 2018.- La Fundación Renovables lamenta la falta de ambición en los objetivos de reducción de emisiones que fija el borrador del Anteproyecto de Ley de Cambio Climático y Transición Energética. En esta línea, echa de menos en el documento elaborado por el Gobierno, una mayor ambición en los objetivos de energías renovables y gestión de la demanda, por un lado, y en los de eficiencia y ahorro energético, por otro.

Tal y como explicamos en nuestro informe “Hacia una Transición Energética Sostenible”, para alcanzar a mediados de siglo la descarbonización, no solo de nuestro sistema energético sino de la economía en general, es imprescindible propiciar antes, en 2030, un cambio drástico con medidas ambiciosas.

El objetivo de reducción de emisiones de Gases de Efecto Invernadero del 20% para 2030 con respecto a 1990 propuesto por el Gobierno es insuficiente e inconsistente con el objetivo del 90% fijado para 2050 en el propio texto, que, por otra parte, no se adecua al reciente informe del IPCC (Grupo Intergubernamental de Expertos sobre Cambio Climático) que aconseja un escenario cero neto de emisiones para mitad de siglo.

La Fundación Renovables cree que esta falta de ambición es fundamentalmente resultado de las cautelas que emanan del conjunto del documento -no fija objetivos ni concretos ni ambiciosos ni en reducción del volumen de tráfico y penetración del vehículo eléctrico, ni en autoconsumo ni en rehabilitación energética de edificios- de cara a embridar, reducir y electrificar la demanda de energía final.  Una cuestión que el borrador evita y trata de sustituir con la fijación de una reducción de la demanda de energía primaria en un 35% para 2030 con respecto a la línea base que marca la normativa comunitaria -sobre 2015- y que, según nuestros cálculos, llevaría a una disminución muy inferior de la demanda final, aproximadamente de un 10-15%.

En cuanto al objetivo de energías renovables, consideramos insuficiente la propuesta del documento del Ejecutivo de alcanzar una penetración en el consumo final de energía de un 35% para 2030. La Fundación Renovables apuesta por un 50%. Además, creemos que es imprescindible actuar sobre la demanda, circunstancia que no tiene en cuenta el borrador, y echamos en falta que se fije un objetivo de electrificación de la demanda -la Fundación propone un 50% para 2030-. La consecuencia es que no puede darse una reducción de las emisiones más allá de 37 puntos porcentuales con respecto a las actuales. De la misma manera, la Fundación opina que fijar un objetivo de generación de energía eléctrica del 70% con renovables para esa fecha pierde valor si no se fija el peso de la electricidad en la cobertura de la demanda.

Llama la atención el hecho de que no se fijen objetivos para el autoconsumo ni en potencia ni en porcentajes de energía, así como que se realicen desarrollos pormenorizados fuera del ámbito del alcance de la futura ley, como pueden ser las redes cerradas, y que, en cambio, no se defiendan los derechos del consumidor y el acceso a los datos de su contador eléctrico en tiempo real.

La ciudad como escenario y motor de cambio

La Fundación Renovables cree firmemente que las ciudades son el motor para el cambio del nuevo modelo energético y lamenta que el borrador del Gobierno no refuerce el papel de las ciudades. No incluye la necesaria modificación de la Ley de Bases del Régimen Local y la propuesta de rehabilitar 1 millón de viviendas en 10 años es insuficiente, es decir, supondría sólo en torno a un 5% del parque actual inmobiliario de 1ª vivienda. La Fundación reclama unos objetivos más ambiciosos tanto para la reforma de viviendas que se encuentran en situación de vulnerabilidad como para facilitar la introducción de mejoras de eficiencia energética en el resto.

Por otra parte, la apuesta por el vehículo eléctrico que se hace en el borrador carece de objetivos y de desarrollo. Los objetivos de limitación de los combustibles fósiles para automoción deben ser más agresivos y deben trabajarse más intensamente en el ámbito urbano. Es difícil de entender cómo lograr en 2050 un parque de turismos sin emisiones directas de CO2 si se retrasa a 2040 la matriculación y venta de los que sí emiten de forma directa dióxido de carbono. La Fundación Renovables critica también que no se marquen limitaciones a los biocombustibles de primera generación.

Por otra parte, la Fundación considera positiva la fijación de objetivos anuales en el desarrollo de procedimientos de concurrencia competitiva para impulsar las instalaciones de producción de energía eléctrica a partir de fuentes de energía renovables, aunque opina que un mínimo de 3.000 MW/año no es suficiente, ya que supone mantener un grado de electrificación bajo como el actual.

Por último, lamenta la indefinición con que se recogen las medidas relativas a la política fiscal con respecto al consumo ya que solo hace referencia a que la recaudación del 20% de los Presupuestos Generales del Estado se destinará a la lucha contra el cambio climático.

La Fundación Renovables aplaude el cambio de rumbo que ha dado España en materia de energía y asume los principios que se reflejan en el borrador del Anteproyecto de Ley de Cambio Climático y Transición Energética, pero insiste en que los objetivos y las medidas anunciadas son insuficientes, por lo que anima al Gobierno a actuar con mayor ambición para conseguir un cambio de tendencia acorde con las posibilidades técnicas y con la demanda social existente.

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