La Propuesta de Política Energética de esta entidad ciudadana con más de trescientas iniciativas permitirá llegar en 2050 a un modelo cien por cien renovable y con cero emisiones
Madrid, 29 de octubre de 2015.- La incorporación de principios y valores que permitan situar al consumidor como ciudadano en el centro del sistema y empodere a la sociedad en el ámbito de la energía constituye el punto de partida del documento de propuestas de política energética que ha presentado esta mañana la Fundación Renovables con el título “La energía como vector de cambio para una nueva sociedad y una nueva economía” con el que esta entidad ciudadana quiere participar en el debate de cara al proceso electoral del próximo 20 de diciembre, como ha venido haciendo desde su constitución, hace cinco años, en cada cita con las urnas.
Domingo Jiménez Beltrán, presidente de la Fundación Renovables, ha señalado que “con esta propuesta afrontamos un escenario que será sí o sí el de la descarbonización y desenergización y si bien la situación es mala el margen de mejora es enorme y por ello nacen nuestras propuestas”.
“El cambio de modelo energético que se propone no solo es tecnológico, que por supuesto también, sino que va más allá al reclamar una serie de principios y valores que rompan y subviertan el sistema actual” se afirma en el documento de 87 páginas que hoy ha dado a conocer esta entidad ciudadana a la opinión pública antes de entregárselo a las fuerzas políticas. El primero de esos valores, que la Fundación considera que deben marcar el debate energético, es la consideración de la energía como “un bien básico y escaso que debe de estar por encima de los intereses económicos” y que el acceso a la misma debe ser garantizado como un derecho más de la ciudadanía. Además, y entre otros principios, la Fundación Renovables considera imprescindible imponer la “transparencia y la buena gobernanza como bases de gestión y relación” así como “fomentar una nueva cultura de la energía”.
Las más de trescientas propuestas a desarrollar en la próxima legislatura (entre leyes, programas, planes de actuación y planes transversales) tienen como horizonte un 2050 cien por cien renovable y con emisiones cero, iniciativas que reclaman un pacto entre la mayor parte de las fuerzas políticas como señaló Fernando Ferrando, vicepresidente de la Fundación quién añadió que “no hace falta esperar al futuro para llevar a cabo el cambio en materia de energía, en el presente ya disponemos de tecnologías renovables competitivas”.
En esta hoja de ruta, la Fundación Renovables hace hincapié en trabajar fundamentalmente sobre la demanda para que sean la racionalización de la misma y su adaptación a las necesidades reales de la sociedad las que determinen la oferta que debe cubrirla y no al revés, como ha venido sucediendo hasta ahora. Se propone que de aquí a 2050 se reduzca en un 50 % el consumo de energía y se logre un 60% de mejora de la eficiencia. El eje fundamental de la propuesta es la electrificación de la demanda con objetivos intermedios ambiciosos.
La segunda parte del documento presenta siete planes de actuación operativos que van de la Erradicación de la Pobreza energética al autoconsumo y la generación distribuida y que abordan también la Rehabilitación de edificios y actuaciones urbanas; la Movilidad y el transporte sostenible; la Reforma global urgente del Sistema Eléctrico; un Plan de Ahorro y Eficiencia Energética y un Plan de Energías Renovables.
Además de estos planes, el documento plantea abordar inmediatamente cuestiones específicas de actualidad que incluyen un Plan de cierre del carbón y desarrollo de alternativas; un Plan de cierre de centrales nucleares y gestión de residuos; la Prohibición de prospecciones de combustibles fósiles; la Gestión de la energía y el agua y el Desarrollo energético de las islas.
Por último, la Fundación Renovables plantea una serie de programas transversales que deberían aprobarse por el Parlamento que resulte de la cita del 20 de diciembre para dar cobertura a todas las medidas propuestas. El primero de estos programas sería el Desarrollo de Instrumentos Sociales en la Gestión de la Energía para posibilitar la participación ciudadana. Además se apoya en la transposición efectiva de las directivas, en un cambio profundo del modelo fiscal para desincentivar el uso de combustibles fósiles y en premiar el ahorro, la eficiencia y el uso de renovables. También se propone como imprescindible un Plan de Industrialización y Desarrollo Tecnológico y, por último, un Nuevo Marco Legal en el que se reclama, como primer paso, una Ley para la Sostenibilidad Energética que sirva de paraguas para el resto del desarrollo legal y normativo propuesto.
Jorge Morales, otro de los vicepresidentes de la Fundación Renovables, ha desarrollado la parte del documento que ahonda en la reforma del sector energético y especialmente del eléctrico, “que debe empezar por la configuración de la tarifa, partiendo de una auditoría de costes para fijar una retribución objetiva y transparente, todo lo contrario de lo que sucede ahora”. Morales enumeró las deficiencias actuales de la regulación empezando por la más reciente, la del autoconsumo señalando que “bastaba con una norma sencilla que abra las puertas y no los cuarenta y cuatro folios que ha publicado el BOE para impedir que los ciudadanos generemos nuestra propia energía con un coste inferior al del sistema”.
Para concluir Jiménez Beltrán manifestó que “el futuro es esperanzador si ponemos las luces largas, como hace el documento que hoy presentamos, y olvidamos el cortoplacismo”.
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