Trabajar para construir una Política Energética Común tiene que sentar las bases para la descarbonización y la independencia energética
El futuro energético de Europa necesita respuestas coordinadas y comunes que apuesten por un desarrollo económico justo e inclusivo y por el bienestar social
La trasposición vinculante y en plazo de las directivas europeas debe tener más elementos de control y sanciones para evitar su incumplimiento
Madrid. Jueves, 16 de mayo de 2024. La Fundación Renovables ha publicado un informe en el que propone las bases para crear una Política Energética Común (PEC) para la Unión Europea (UE), con el objetivo de que siga liderando la lucha contra el cambio climático a nivel global. Como las decisiones de política energética sobre el mix elegido por cada país miembro los hacen rehenes de esas decisiones durante años, desde la Fundación Renovables abogamos por una Política Energética Común que considere la energía como un bien esencial y básico de acceso universal.
La complejidad de la política europea, reconocida en las nuevas elecciones al Parlamento Europeo e incrementada por las tensiones actuales debido a las diferencias culturales, sociales y económicas entre los Estados miembros, se refleja, especialmente, en el ámbito energético y en las múltiples salidas a las sucesivas crisis. La transición energética enfrenta riesgos y desafíos comunes, como limitar la dependencia de terceros en recursos fósiles y minerales críticos y garantizar la seguridad de suministro. La coordinación europea ante la crisis energética ha demostrado beneficios significativos, como las compras de gas agregadas.
Para lograr una política energética cohesionada y coherente con los objetivos climáticos asumidos, desde la Fundación Renovables proponemos las siguientes líneas estratégicas como elementos básicos de la PEC:
- Definición y cumplimiento de los objetivos energéticos. Establecer objetivos vinculantes para cada país, incluyendo la cobertura de la demanda con renovables, la eficiencia energética, la electrificación de la demanda y la erradicación gradual de los combustibles fósiles.
- Desarrollo de instrumentos para cumplir los objetivos. Implantar políticas fiscales verdes, ayudas directas, programas industriales y un modelo de producción y consumo responsable basado en la economía circular.
- Exigencia en la transposición de directivas. Reforzar el cumplimiento y la monitorización de las directivas energéticas, así como mejorar los procedimientos de autorización administrativa para desarrollos tecnológicos.
- Creación de una Agencia de Energía Europea. Se propone la formación de una agencia que coordine iniciativas y supervise el cumplimiento de los planes energéticos.
- Apuesta por la electricidad y los gases renovables. Abogar por la electrificación de la demanda y el desarrollo de los gases renovables, como el hidrógeno verde y el biogás, para cubrir las necesidades energéticas.
- Gobernanza y transparencia. Fortalecer organismos de control, limitar la influencia de lobbies energéticos y combatir el greenwashing.
- Actuación sobre los mercados energéticos. Se propone reformar los mercados energéticos para garantizar un acceso justo y transparente a la energía, limitar la concentración de agentes y fomentar la competencia.
- Pilares básicos de la transición energética. Enfatizar en la movilidad sostenible, la rehabilitación de edificios y el despliegue masivo de energías renovables como elementos clave de la transición.
La base de partida para configurar esta PEC debe ser el excelente desarrollo que han proporcionado las distintas directivas en los últimos años, pese a que sigan siendo propuestas de mínimos comunes al buscar el acuerdo total de los diferentes Estados. No obstante, en general, estas han respaldado el enfoque hacia el ahorro energético, la eficiencia y la promoción de un modelo 100% renovable y diversificado, con la electricidad como vector energético principal.
Para alcanzar estos objetivos, es crucial aumentar la exigencia y la ambición en la trasposición de las directivas, así como actualizar, ampliar y endurecer el control de sanciones a los países que no cumplan con estas regulaciones. Además, es esencial fomentar una nueva cultura energética basada en el uso racional de la energía y la cooperación entre áreas rurales y urbanas.
En respuesta a esta necesidad, en el documento de la Fundación Renovables se propone una serie de objetivos que incluir en las trasposiciones nacionales y en las futuras actualizaciones de las legislaciones europeas en temas claves. Cabe destacar que en muchas de ellas no se propone una fecha para el fin de los combustibles fósiles. Entre otras, en la Directiva de Energías Renovables (RED III), la Directiva de Eficiencia Energética (EED), la Directiva de Eficiencia Energética de los Edificios (EPBD), la Directiva sobre la protección del consumidor en la transición ecológica, la Directiva de Emisiones Industriales, el Paquete del gas y del hidrógeno o los Reglamentos sobre el metano o la reforma del mercado eléctrico.
En definitiva, la Fundación Renovables aboga por una PEC que promueva un modelo energético europeo inclusivo, justo, ambicioso y multidireccional, priorizando la sostenibilidad y el acceso universal a la energía para que Europa siga estando a la cabeza en la lucha contra el cambio climático y aproveche las oportunidades generadas. Por tanto, es necesario hacer un llamamiento a las autoridades europeas y a los Estados miembros para que adopten estas propuestas y trabajen juntos hacia un futuro energético más sostenible y respetuoso con el medio ambiente.
Más información:
Ismael Morales López. Responsable de políticas climáticas
+34 605 25 64 72. E-mail: Ismael.morales@fundacionrenovables.org