Este inicio de año ha empezado de manera vertiginosa en lo que se refiere a materia energética, ya que la formación de Gobierno pretende recuperar el tiempo perdido durante el pasado año. Una semana después de su conformación, el Consejo de Ministros aprobó el acuerdo de Declaración de Emergencia Climática y Ambiental en el territorio del Estado español. Para aderezar dicha declaración, el ejecutivo se comprometió a adoptar 30 líneas de acción prioritarias, 5 de ellas en los primeros 100 días de gobierno, para combatir el cambio climático y acelerar la transición energética con políticas transversales.
De estas cinco, dos de ellas ya han sido publicadas para pasar a tramitación: el segundo borrador del PNIEC (Plan Nacional Integrado de Energía y Clima) y el anteproyecto de Ley de Cambio Climático. Pese a ir en la buena dirección, prácticamente no hay diferencias significativas respecto a las versiones anteriores, lo que consideramos una gran oportunidad perdida para mejorar y liderar el cambio de modelo energético en la Unión Europea. Los puntos que consideramos que deberían mejorarse, y en los que las propuestas de la Fundación Renovables pueden aportar mayor ambición, son los siguientes:
- Autoconsumo. Para su desarrollo, en sus diferentes modalidades, proponemos los siguientes objetivos vinculantes: 10% en 2030, 20% en 2040 y 30% en 2050. Además, la limitación de 500 metros es necesario ampliarla, sobre todo en el ámbito rural (proponemos un 1km en el ámbito urbano y 5km en el rural).
- Electrificación de la demanda. Siguen fijando un objetivo del 27% de electrificación para 2030, solo 5 puntos porcentuales por encima del 22% actual. Esto supone que el 73% de la demanda energética en 2030 esté cubierta por combustibles fósiles, algo que es inaceptable y para ello proponemos alcanzar un 50% de electrificación en 2030 y el 100% en 2050.
- Apostar decididamente por la gestión de la demanda. No contiene medidas concretas que permitan que la ciudadanía tenga un papel principal y central en el sistema eléctrico a través de la gestión de su demanda energética. Esto se debe, entre otras medidas, a la no existencia de una señal precio transparente y al no potenciar suficientemente el almacenamiento ni los sistemas de intercambio.
Entre otros puntos de mejora contenidos en nuestros informes y notas de prensa, desde la Fundación Renovables consideramos que los anteriores son fundamentales y de actuación urgente para poder conformar una base sólida para el cambio de modelo energético.