Paradójicamente, España, el país del sol, con 2.692 horas de sol anuales, es el país más restrictivo del mundo en materia de autoconsumo energético. Y es que el Gobierno ha decidido librar una batalla en solitario, no solo contra la sociedad española y la oposición parlamentaria, sino también contra el resto de países de la Unión Europea y ahora, incluso, contra la propia Comisión Europea que, en su propuesta de Paquete de Invierno reconoce explícitamente “el derecho de todos los ciudadanos a generar, almacenar, consumir y vender su propia energía renovable en condiciones justas”.
En esta línea, desde la Fundación Renovables hemos publicado la pasada semana un nuevo informe, “Autoconsumo, lecciones aprendidas en la Unión Europea” que resume los principales aspectos que influyen en el desarrollo del autoconsumo fotovoltaico, revisando el estado actual del mismo en diferentes países europeos. Así mismo, se recogen nuestras propuestas para el adecuado desarrollo del autoconsumo en España.
Y es que, mientras el resto del mundo apuesta cada vez con más fuerza por las energías renovables, nuestro país sigue dando la espalda a este tipo de tecnología pese a demostrar que no solo es beneficiosa por criterios medioambientales sino también competitiva económicamente. Con esta actitud -en especial respecto al autoconsumo-, el Gobierno desperdicia una herramienta fundamental para conseguir la descarbonización de nuestro sistema energético y de nuestra economía.
Con el fin de que la sociedad pueda disfrutar de estos múltiples beneficios ambientales, económicos y sociales, nace la “Alianza por el Autoconsumo”, de la que la Fundación Renovables forma parte y hará de secretaría. En su manifiesto, presentado el pasado día 11 de mayo por las más de 40 organizaciones integrantes (asociaciones de consumidores, sindicatos, asociaciones ecologistas y empresariales) reclama una regulación estable que impida medidas retroactivas, que no imponga barreras técnicas, administrativas ni económicas injustas y que garantice el derecho de los ciudadanos a autoconsumir y a participar así en la transición energética de un modo activo.
En vista de la senda tomada por el Gobierno, donde no hay lugar para el autoconsumo, las acciones llevadas a cabo desde la sociedad civil van a ser clave. Por ello, desde la Fundación Renovables, seguiremos trabajando en los diferentes escenarios para alcanzar un marco regulatorio que fomente y no penalice el autoconsumo, porque España no merece ser la excepción.