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La Fundación Renovables aplaude el nuevo objetivo del 90% de reducción de emisiones de GEI a 2040 de la Comisión Europea

Unión Europea
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Este objetivo permitirá acelerar las políticas de descarbonización en los Estados miembros y sus planes nacionales de energía

La inclusión de los SMRs y de la captura de carbono conlleva un desvío de fondos en favor de tecnologías inmaduras e insostenibles

Es necesario rediseñar nuestro modelo de consumo y de crecimiento hacia una desenergización y desmaterialización de la economía productiva

Madrid. Miércoles, 7 de febrero de 2024. La Fundación Renovables valora positivamente la recomendación de la Comisión Europea (CE) de reducir las emisiones un 90% a 2040, pero muestra su firme rechazo a la apuesta por tecnologías como los SMRs y la captura de carbono, todavía en fase de investigación y sin proyectos ejecutados. Además, ambas, consolidan un modelo energético de concentración empresarial no democrático.

El futuro energético de Europa, avanzando en una Política Energética Común, debe estar basado en la electrificación con tecnologías maduras, solventes, sostenibles y baratas como son las renovables, el almacenamiento y la eficiencia energética, primando un modelo abierto en el que los consumidores sean las piezas fundamentales del cambio.

La recomendación aprobada por la CE tiene como gran objetivo reducir las emisiones de Gases de Efecto Invernadero de los veintisiete en, al menos, un 90% respecto a los niveles de 1990 para 2040. Sin embargo, en un contexto de crecientes reticencias hacia las políticas medioambientales, más motivadas por los posicionamientos políticos de cara a las elecciones de junio que por los de los sectores afectados, no se pueden permitir pasos atrás en la política climática si Europa quiere ser un referente en sostenibilidad y labrarse un futuro de independencia energética.

En medio del rechazo contra las políticas climáticas, la Unión Europea (UE) busca reducir su dependencia de los combustibles fósiles, una meta fundamental teniendo en cuenta que la mayoría de estos combustibles tiene que importarlos. La propuesta de Bruselas ha destacado la necesidad de una transición energética hacia alternativas bajas en carbono como la producción de hidrógeno renovable, la solar fotovoltaica, la eficiencia energética y el almacenamiento, entre otras.

Sin embargo, también incluyen tecnologías inmaduras, con altos costes y de desarrollo incierto como son la captura de carbono y la posible implantación de minirreactores nucleares en poco más de cinco años. Pero, la contaminación no solo tiene que ver con las emisiones de CO2, sino que, como se incluye en “Los límites planetarios” de la Universidad de Estocolmo, las radiaciones ionizantes deben ser consideradas como un elemento que hipoteca nuestro futuro y el de las próximas generaciones. A pesar de la intención de Bruselas de promover las energías renovables, la propuesta no excluye la energía nuclear como parte de la solución, creando una «alianza industrial» para acelerar el despliegue de pequeños reactores modulares. En la Fundación Renovables consideramos que estas tecnologías plantean interrogantes sobre su eficacia y seguridad a largo plazo y sobre su aplicación e instalación en el corto y suponen trasladar una carga que tendrán que asumir las generaciones futuras.

En resumen, mientras la UE avanza en su compromiso climático pese a algunas resistencias sociales, el debate sobre las tecnologías que emplear y los costes asociados continúa otorgando libertad de elección tecnológica, lo que puede suponer no alcanzar los objetivos establecidos y provocar desviaciones de las inversiones en tecnologías contrastadas y maduras como pueden ser las renovables y el almacenamiento. La próxima década será crucial para determinar si la UE puede mantener su liderazgo en la lucha contra el cambio climático, enfrentando los desafíos políticos, sociales, económicos y tecnológicos que se avecinan.

La propuesta de la Comisión no puede apoyarse únicamente en el desarrollo tecnológico, sino que debería hacerlo en la modificación de nuestras pautas de consumo y en considerar que es posible reducir el crecimiento en aquellas actividades que no son necesarias. El modelo de crecimiento a ultranza no puede ser la base de la política europea. El compromiso debe estar en la solidaridad con las naciones que no han alcanzado el desarrollo y en reforzar nuestra posición para cambiar el modelo de comportamiento hacia uno basado en la desenergización y desmaterialización de la economía.

Más información:

Ismael Morales López. Responsable de comunicación y política climática

+34 605 25 64 72. E-mail: Ismael.morales@fundacionrenovables.org

 

Acerca de Fundación Renovables

Think tank independiente, fundado en 2010 por profesionales con larga trayectoria en el sector que ha crecido sumando al proyecto a muchos ciudadanos y ciudadanas que quieren ser parte del cambio, a investigadores, activistas, profesionales de la energía, políticos, consumidores, etc. Todas y todos comprometidos con la transformación. Trabaja para paliar el déficit de información sobre energía y actúa como interlocutor en el debate energético, asesora a organismos públicos y grupos políticos, elabora informes y proyectos de investigación y organiza jornadas, seminarios y talleres de participación ciudadana.

www.fundacionrenovables.org

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