- Para desacoplar precios del mercado y retribución de las distintas tecnologías propone establecer procesos de competencia para que las nuevas centrales accedan al mercado
- Insiste en la necesidad de no dar pasos equivocados apostando por inversiones en instalaciones no renovables que hipotecan nuestro sistema y no tienen el futuro garantizado
- Entiende que tanto la nueva generación como los mecanismos de capacidad y disponibilidad tienen que ir mucho más acompasados
Madrid, 07 de marzo de 2019.- La Fundación Renovables considera que el nuevo diseño europeo del mercado de la electricidad debe recoger que no todos los kWh que se vierten a la red eléctrica deben ser retribuidos al mismo precio y propone establecer procesos de competencia para desacoplar precios del mercado y retribución de las distintas tecnologías.
Estas son algunas de las principales valoraciones que hace la Fundación Renovables en el documento “Comentarios a la Directiva de Diseño de Mercado de la Electricidad” que ha elaborado, desde una perspectiva conceptual, sobre los mecanismos de diseño del mercado eléctrico y en base a los textos pendientes de publicación de la nueva Directiva de Mercado de la Unión Europea.
Sobre la fijación de los precios en el mercado, asegura que es necesario distinguir entre el precio del mercado -que refleja el coste marginal del sistema- y la retribución que tendrían que recibir las distintas tecnologías, y que debiera ser cercana a sus costes medios. No objeta que el precio del kWh en el mercado pueda ser único y servir como referencia para guiar las decisiones de consumo, pero sí que sea la base para fijar las retribuciones de todas las centrales.
Entiende que no todos los kWh que se vierten a la red eléctrica deben ser retribuidos al mismo precio. Cada kWh es producido por distintas tecnologías con estructuras de costes, servicios al sistema y externalidades diferentes, por lo que su retribución no debiera ser la misma.
Para desacoplar precios del mercado y retribución de las distintas tecnologías existen varias opciones como hacer competir a las nuevas centrales para acceder al mercado -por ejemplo, a través de subastas, como ya se hace con las inversiones en renovables-. De esta de manera, a través de la competencia en el momento de la inversión, la retribución de las nuevas centrales reflejaría sus costes medios. Además, se preservarían sus incentivos a producir solo cuando resultara eficiente.
En cuanto a la fijación del mix de generación y de los mecanismos de asignación de nueva generación la Fundación Renovables advierte de que las inversiones solo se van a llevar a cabo si su retribución esperada es estable. Sobre todo cuando la mayor penetración de renovables deprima los precios en el mercado, será necesario que el regulador ofrezca señales claras del valor que aporte cada nueva central de generación.
Para ello, además del precio de la instalación, la seguridad, la protección de la red, la salud, el medio ambiente o la eficiencia energética, propone otros criterios: capacidad de respaldo, sistemas de almacenamiento, oportunidad de sustituir a otra tecnología no renovable o capacidad de gestión flexible en caso de que la red no asuma vertido en un determinado momento. Se trata de no dar pasos equivocados apostando por inversiones en instalaciones no renovables que hipotecan nuestro sistema y no tienen el futuro garantizado.
La Fundación Renovables entiende que tanto la nueva generación como los mecanismos de capacidad y disponibilidad tienen que ir mucho más acompasados. En esta línea, recuerda que, a menudo, a la hora de evaluar cuánta generación de respaldo hacía falta se ha tomado como referencia el momento más crítico del sistema, sobreestimando cuánta capacidad se necesitaba y eso ha llevado en demasiadas ocasiones a afrontar costes extraordinarios de instalaciones innecesarias. Habría que haber tomado en cuenta el valor en su conjunto, incluyendo las externalidades negativas de cada forma de generación.
Para ello, tal y como refleja el texto de la Directiva en ciernes, insiste en que tanto el responsable de la gestión de la red -en el caso español, Red Eléctrica, de titularidad privada- como el organismo regulador deben ser completamente independientes, por lo que entiende que es imprescindible estrechar el cerco de supervisión de sus decisiones.
Asimismo, la Fundación Renovables comparte la propuesta europea de que sea el gestor de red el que gestione la hidraulicidad y el bombeo como medida de respaldo de la integración de las energías renovables fluyentes.
Por otro lado, considera que en los textos pendientes de publicación de la nueva Directiva de Mercado de la Unión Europea hay avances importantes hacia una mayor competencia como el fomento de la tarificación del consumo según precios horarios, la obligación a los Estados a garantizar a todos los consumidores la posibilidad de comprar y vender energía mediante PPAs y la exigencia a las entidades reguladoras a que busquen fórmulas de fijación de precios innovadoras. Si bien advierte al respecto de que éstos deben llevar aparejados controles exhaustivos del regulador para que no sirvan de modelo de captación de consumidores vulnerables o que no se ofrezca la información adecuada sobre el servicio contratado.
Por último, el nuevo texto de la Directiva fija criterios muy interesantes que deberán ser instaurados en nuestro país de forma inmediata, tales como la implementación de políticas reales de eficiencia, la instauración de mecanismos de demanda agregada a grupos de consumidores agrupados y el fomento de la generación por autoconsumo como medida de gestión de la demanda propia. Como fundamento básico de todas las medidas anteriores, es imprescindible facilitar el acceso ilimitado de los consumidores y en tiempo real a los contadores inteligentes instalados en los puntos de suministro, de manera que puedan acceder íntegramente a los datos para uso propio o cesión a terceros y sea posible encontrar soluciones competenciales de gestión real de la demanda.
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