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Estamos llegando a la orilla del fin de la crisis sanitaria, teniendo que encarar ahora otro viaje respecto a sus efectos en el sistema socioeconómico a nivel nacional y global. Europa ya ha movido ficha, una gran ficha económica de 750.000 M€ de los cuales unos 77.000 M€ en subsidios y transferencias directas y otros 63.000 M€ en préstamos irán a parar a España. Recibiremos, por lo tanto, unos 140.000 M€ en total, el equivalente al 11% de nuestro PIB. Cómo redistribuirlo es la cuestión prioritaria.

Muchas han sido las organizaciones que han reiterado al Estado español que esa financiación ha de destinarse a proyectos que desarrollen y fomenten una “recuperación económica verde” y una mejora y reforzamiento de los servicios públicos básicos, presentando multitud de informes propositivos sobre cómo generar una nueva normalidad basada en la sostenibilidad energética y ambiental de los sistemas productivos y de los patrones de consumo. Estas declaraciones han tenido su réplica por parte de muchas grandes empresas y asociaciones del sector privado (sobre todo el del transporte por el descenso de la movilidad, del turismo, etc.), exigiendo una financiación por parte del Estado para paliar la pérdida de ingresos provocada por la pandemia y seguir manteniendo la estabilidad en el empleo. Algunos países europeos ya han cedido a dichas presiones rescatando e interviniendo a grandes empresas, lo que genera una parcialidad y asimetría en los mercados europeos. Pero, bien es cierto, que las ha obligado reducir dividendos y bonos a accionistas y, en algunos casos, a reducir las emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI) de sus servicios y operaciones.

En el término medio se encuentra la virtud, aunque la tentación es grande para, en el caso de España y como en la crisis de 2008, acelerar la recuperación a golpe de ladrillo y playa, obviando a los más vulnerables y a los generadores del valor social, las personas. Gracias al trabajo de todo el equipo del MITECO, ahora contamos, al fin, con la aprobación del anteproyecto de Ley de Cambio Climático y Transición Energética que debe ser el guion hacia una transición energética justa, equitativa y distribuida, basada en el fomento de las renovables, la eficiencia energética y el ahorro. Tiene tantos puntos mejorables, la disminución de los objetivos de reducción de GEI y la generación eléctrica con renovables, como ausentes, aumentar las acciones en las ciudades, la gestión de la demanda y la electrificación, etc., pero no deja de ser una gran noticia la oportunidad de aprobar una ley sobre la cual tienen que pivotar nuestros esfuerzos de recuperación y regeneración.

Con la idea de unirnos a esa suma colectiva y seguir siendo un referente en la generación de propuestas, este martes 2 de junio, de 11:00h a 12:30h, presentamos, a través del formato webinar, un nuevo informe titulado “Lecciones aprendidas para salir de la crisis”. El documento consta de dos partes:  en la primera realizamos un análisis de las medidas adoptadas para salir de la crisis del 2008 y sus consecuencias y en la segunda, desarrollamos una batería de iniciativas para el periodo 2020/2021, y a largo plazo, que nos permitan basar la recuperación económica en la aceleración de la transición energética. Puedes inscribirte a continuación:

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