Si 2019 fue el año “en funciones”, 2020 debe de convertirse en el año de la recuperación del tiempo perdido. El nombramiento de Teresa Ribera como Vicepresidenta de Transición Ecológica y Reto Demográfico supone un inmejorable inicio, ya que el cambio de modelo energético se convierte en política de estado, algo que desde la Fundación Renovables venimos reclamando prácticamente desde nuestros inicios. Sin embargo, no por ello vamos a dejar de insistir en la necesidad de una aceleración de las reformas y los retos en materia energética que quedaron pendientes a nivel de regulación, así como en la difusión de nuestras propuestas tanto para los profesionales del sector como para el resto de público.
Desde la Fundación Renovables seguiremos abogando por la aprobación, de manera urgente, de una Ley de Cambio Climático y Transición Energética con unos objetivos de descarbonización más ambiciosos, por una reforma del sistema eléctrico que permita integrar más renovables y situar al consumidor en el centro del sistema, por una fiscalidad que grave el uso de los combustibles fósiles, por una estabilidad y seguridad jurídica para los propietarios de instalaciones renovables, por la disminución de los procesos administrativos y por la promoción del autoconsumo y de las comunidades energéticas ciudadanas, entre otras cosas.
Además, en este 2020 la Fundación Renovables cumple 10 años de trabajo incansable en promover el cambio de modelo energético con propuestas de medidas para la mejora de la eficiencia energética, para el impulso a las energías renovables y para el ahorro energético. Un largo recorrido en el que hemos pasado del negacionismo absoluto, con todo tipo de trabas por el camino, a la aceptación social, empresarial y administrativa de los beneficios que aportan las energías renovables a nuestra sociedad, al sistema económico y al medio ambiente. El camino ya está tomado y es irreversible, echemos a andar.
