Editorial de “Las Breves” de junio –. La Jornada antinuclear que tuvo lugar el pasado sábado en Madrid nos permite recordar el planteamiento que la Fundación Renovables mantiene sobre esta tecnología. Tal y como reiteraron los patronos Jorge Morales y Mariano Sidrach de Cardona durante dicha jornada, en la que participaron como expertos, la Fundación es contraria a cualquier prórroga de la vida útil de las centrales nucleares que actualmente operan en España por lo que pedimos su cierre definitivo a medida que finalice la licencia de operación de la que disponen en la actualidad – la última de las cuales expira en 2024 – .
El cierre programado de las centrales nucleares es un imperativo por ser estas insostenibles, medioambientalmente no asumibles y económicamente no competitivas. Desde la Fundación, consideramos que este cierre debe ir acompañado de una auditoría técnica sobre el estado de las centrales y la definición de la fecha de cierre anticipado debe hacerse en función de la generación de residuos, criterios de seguridad y la viabilidad de su almacenamiento. Además, el funcionamiento de las centrales deberá asumir todos los elementos de coste en cuanto a cobertura de riesgos y a las dificultades de gestionabilidad, así como las inversiones necesarias para mantener el máximo grado de seguridad.
Este plan de cierre debe desarrollarse en un marco de “transición justa” en términos similares a los que requiere el cierre de las centrales de carbón y abandono de la minería que supongan la dinamización y diversificación económica de las zonas implicadas y la movilización de inversiones público-privadas para crear empleo de calidad en sectores emergentes más sostenibles tales como renovables o eficiencia energética.
La fecha, cada vez más cercana, de caducidad de las licencias de operación de las centrales nucleares y los riesgos que la mismas entrañan, indican que este es claramente el momento para que las renovables tomen el relevo y apostemos así por una energía limpia, segura y competitiva.
